Las alitas de pollo en salsa de verduras es una receta que mezcla lo mejor de la cocina casera con el arte del aprovechamiento. Crujientes por fuera, tiernas por dentro y bañadas en una salsa que se merece un pan entero.
¿Quién puede resistirse a unas buenas alitas de pollo? Y si vienen con una salsa hecha con mimo y verduras del cajón de la nevera, mejor que mejor. Esta receta no solo está de toma pan y moja, sino que además es un ejemplo perfecto de cocina de aprovechamiento: verduras que ya están pidiendo paso, un pollo barato y rico, y una fritura justa para dorar las alitas antes de darles un baño glorioso. Lo de chuparse los dedos no es opcional.
Dificultad
Media-bajita (solo hay que tener un poco de paciencia con la salsa).
Ingredientes
Para 2 personas muy bien servidas:
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8-10 alitas de pollo, limpias y partidas
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Harina para rebozar
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Aceite de oliva para freír
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Para la salsa:
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1 cebolla grande
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1 puerro
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1 zanahoria
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1/2 pimiento rojo
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1/2 pimiento verde
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1 diente de ajo
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Un chorrito de vino blanco (opcional pero recomendable)
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Caldo de pollo o agua (unos 250 ml)
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Sal, pimienta y laurel
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Preparación
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Dorar las alitas: Enharina ligeramente las alitas y fríelas en aceite caliente hasta que estén doraditas. Reserva sobre papel absorbente.
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Preparar la salsa: En la misma cazuela (quita un poco de aceite si hay mucho), sofríe el ajo y la cebolla picados. Añade el puerro en rodajas, la zanahoria en medias lunas y los pimientos en tiras. Salpimienta y deja pochar a fuego medio unos 10-15 minutos.
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El toque de vino: Añade un chorrito de vino blanco y deja reducir un par de minutos.
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Cocer y triturar: Añade el caldo o agua, una hoja de laurel, y cocina todo junto 10 minutos más. Retira el laurel y tritura la salsa hasta que quede bien fina.
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Unión gloriosa: Devuelve las alitas a la cazuela, báñalas con la salsa y deja cocer todo junto 10-15 minutos para que se mezclen sabores.
Maridaje canalla:
Una cerveza bien fresquita o un tinto joven con carácter le van como anillo al dedo. Si te pones elegante, un vermut también tiene su aquel.
Trucos para bordar esta receta:
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Puedes añadir un toque de pimentón ahumado a la salsa para un sabor más profundo.
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Si te gusta el picante, una cayenita en el sofrito no le hace daño a nadie.
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¿Sobra salsa? Congélala. Es oro puro para pastas, arroces o incluso como base para guisos.
Resumen nutricional (por porción):
Una receta completa, con proteína, verdura y ese toque de fritura que nos alegra la vida. Moderación y felicidad.
Menú recomendado:
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Entrante: Gazpacho fresquito
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Principal: Las alitas con arroz blanco o patatas fritas
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Postre: Melón con vino dulce o una mousse rápida de limón
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Bebida: Cerveza artesana, vino tinto joven o agua.
¿Por qué esta receta mola tanto?
Porque convierte un plato sencillo en un recetón. Porque la salsa es un espectáculo. Y porque si hay pan cerca… no hay vuelta atrás.
¡Corre a la cocina y atrévete con las alitas de pollo en salsa de verduras! No olvides compartir tus resultados en redes sociales con el hashtag #CocinaCanalla y ¡ponle saalsa a la vida!
Mientras te la zampas puedes poner música.