Las albóndigas de cerdo con salsa canalla de verduras es una receta de las que abrigan el alma y vacían la nevera. Sin florituras, con sabor de madre, pero con la chispa que solo tú puedes darle.
Las albóndigas de ternera, cerdo, pollo, pescado o soja son un gran recurso culinario, si las dominas tiene media cocina resuelta, generalmente son fáciles y solo es cuestión de destinarle un poco de tiempo a la salsa, además añado que se congelan fenomenal y viajan estupendamente en tupper para la oficina no como tu que viajas fatal, en especial los lunes.
Recuerda que la grasa es tu amiga en esta receta, si has comprado carne muy magra añade un par de salchichas o tocino, tus arterias no te lo agradecerán pero tu paladar sí.
DIFICULTAD
Fácil con hambre. Solo necesitas ganas, una sartén y algo de paciencia (pero no mucha)
INGREDIENTES (para 2-4 seres humanos hambrientos)
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Para las albóndigas
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500 g de carne picada de cerdo
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1 huevo
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1 diente de ajo picado
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Perejil fresco (opcional, pero le da alegría)
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Sal y pimienta
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Aceite de oliva virgen extra para freír
Para la salsa
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1 cebolla hermosa
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1 puerro (parte blanca)
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1 pimiento rojo
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1 rama de apio
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1 tomate maduro
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1 cucharadita de pimentón dulce
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500 ml de caldo (de pollo, verduras o lo que haya)
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Un chorrito de vino blanco (si tienes)
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Sal, pimienta y una pizca de comino (si te mola)
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👨🍳 Preparación
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Prepara las albóndigas: mezcla la carne de cerdo con el huevo, ajo picado, sal, pimienta y un toque de perejil. Forma bolitas del tamaño de una croqueta.
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Fríelas sin rebozar, como un valiente. En una sartén con aceite bien caliente, dales un buen meneo hasta que estén doradas. Resérvalas.
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Para la salsa, sofríe la cebolla, puerro, pimiento, apio y tomate picados en una cazuela con aceite de oliva. Cuando estén pochados, añade el pimentón, remueve rápido y riega con el vino blanco.
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Agrega el caldo, ajusta de sal y especias, y deja cocinar unos 15-20 minutos.
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Tritura la salsa hasta dejarla fina como discurso de político en campaña.
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Vuelve a incorporar las albóndigas a la salsa y deja que cuezan juntos unos 10 minutos más.
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Sirve caliente, acompañado de arroz blanco, patatas fritas, pan o lo que tengas más a mano.
Maridaje canalla
Un tinto joven con carácter, o una cerveza bien fría. Y si lo haces con gaseosa… te seguimos respetando.
Trucos para bordar esta receta
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Puedes hacer más cantidad y congelar: las albóndigas son como el buen humor, siempre vienen bien.
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Añade una cucharadita de mostaza a la carne si quieres sorprender.
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La salsa es perfecta para otros platos: arroz, pasta o directamente a cucharadas.
Resumen nutricional
Fuente de proteínas, vitaminas y felicidad. Ligeras no son, pero reconfortan el alma.
💥 ¿Por qué esta receta mola tanto?
Porque es simple, rica, de las de toda la vida… pero con tu toque personal. Y porque las albóndigas, como los abrazos, siempre sientan bien.
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