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Las albóndigas borrachas

Las albóndigas borrachas

Las albóndigas borrachas es una variación de las clásicas albóndigas jardinera con la sustitución de la leche por vino, obrando el milagro para los intolerantes a la lactosa y las albricias de los borrachos.

Aunque el origen de la albóndiga es una incógnita, las bolitas de carne existen desde épocas inmemoriales, por lo que determinar un origen preciso o un creador con nombre y apellidos es prácticamente imposible. En el siglo IX aec., el rey Asurnasirpal II mandó trasladar la capital de su imperio, Asiria, a la ciudad de Kalhu. Movilizó a miles de trabajadores para construir la muralla, los canales y demás infraestructura de la ciudad, lo que se alargó por varios años.

Al acabar la gran obra, organizó uno de los mayores banquetes conocidos en la Antigüedad, que incluía varios miles de bueyes, terneros, corderos, pescados, antílopes, patos, etc. De este banquete surgen las tablillas de arcilla de Yale, el primer «libro de cocina» de la historia, en el cual se expone una receta de albóndigas, las cuales incluyen carne picada (no especifica animal), huevo batido, pan remojado, cilantro, perejil, menta, cebolla, pimienta y sal.

Se mezcla todo, se bolean colocando una pasa en el centro de cada bolita, se enharinan, se fríen en aceite y se cuecen en una salsa de nueces y melaza de granada. Si bien, son las primeras albóndigas de las que se tiene constancia, probablemente la receta es más antigua incluso.

Parrafazos copiados tal cual de la wikipedia, pero es que me ha parecido más cómodo copiarlo que pensarlo y escribirlo, perezón.

Es una receta estupenda para hacer con niños, es más, les encanta hacer albóndigas mientras tu juegas al Call of Duty les ayudas.

DIFICULTAD

Tan fácil como entretenido

INGREDIENTES

PARA LA SALSA JARDINERA:

Pon el pan en remojo con vino tinto, escurre. Preparamos las albóndigas mezclando en un bol todos los ingredientes con las manos bien limpias o una espátula también limpia, es tontería usar una espátula sucia, hasta que se forme una mezcla uniforme.

Si ves que queda muy pegajosa, añade un poco de pan rallado pero cuidando que no quede un mazacote. Si andas con tiempo deja en la nevera unas horas para que se unifique sabores. Las albóndigas te lo agradecerán casi tanto como los comensales. Haz pelotitas, yo te recomiendo del tamaño de una pelota de ping pong no de tenis.

No las paso por harina, solo les doy forma, de esta manera me quito un paso y la maldad de la harina refinada. Una vez que las tengas todas enfiladas como a punto de jurar bandera, las fríes en una sartén con aceite caliente pero sin humear. A medida que se vayan dorando, las reservas.

Para la salsa, en una sartén o cazo bajo, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra, puedes usar el sobrante de freír las albóndigas) pon la cebolla y la zanahoria para que se pochen. Cuando estén pochados añade los champiñones laminados. Salpimienta, añade la harina si se la pones (yo paso) añade el vino deja evaporar y pon el caldo (o agua) deja hervir unos minutos y añade las albóndigas, da un hervor y pon los guisantes.

Una vez que los guisantes está cocidos, servimos y zampamos.

Marida con un vino joven, como mi espíritu.

Calorías
250
 
Grasa
14,26g
 
Carbh
10,01g
 
Prot
19,05g
Hay 250 calorías en una ración de las albóndigas borrachas.
 
Desglose de Calorías: 52% grasa, 16% carbh, 31% prot.
 

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#FRENALALORZA

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